Fue la práctica de Wing Chun, con mi gran Sifu Francesco Mavilio, donde descubrí el verdadero poder de la gestión de las emociones. De esta manera, durante mis entrenamientos debía ser “shapeless like water”, como decía tan sabiamente Bruce Lee. Este es el único arte marcial que conserva la enseñanza del Chi Sao (manos pegadizas). Técnica que se basa en el entrenamiento de la intuición mediante la práctica. Dejarse fluir, porqué es la manera con la que recibes la información de tu subconsciente, que a su vez ha recogido información de todos los sentidos del cuerpo (no solo la vista). Para ello hay que gestionar las emociones (“empty your mind”): Meditación. El miedo y la ira determinaban negativamente el resultado de mis enfrentamientos. Evidencia tangible de lo que es adentro, es afuera.

Esta situación era extrapolable al resto de mi vida: “si pierdo el control de la gestión de las emociones, pierdo el control de mi hacer”.